"Cañellas debe renunciar a su escaño. La honorabilidad política de Gabriel Cañellas queda en entredicho tras la sentencia del Tribunal Supremo." El Mundo, 16 de diciembre de 1998 [referencia incompleta]
"Era un vasto salón al aire libre, con escaños de madera, un telón de terciopelo con máscaras griegas, y tres taquillas en forma de cabezas de león por cuyas bocas abiertas se vendían los boletos." García Márquez, Gabriel (1967) Cien años de soledad. Caracas: Ayacucho, p. 147