Del castellano antiguo que ("qué"), y este del latín quis, quid, quae. El pronombre qué proviene de la palabra quis, -ae, -id (del latín clásico). Dicha palabra se traduce literalmente como desconocido, por lo que cualquier pregunta empezada por qué se refiere al pronombre en sí: aquello desconocido. Debido a ello, su uso solía ser referido a los conocimientos todavía no sabidos por uno mismo y con cierto interés para desvelar. A lo largo de la expansión del Imperio Romano, quis empezó a ser utilizado para referirse también a cualquier sustantivo al que se estaba refiriendo antes, hecho que acabó repercutiendo en la evolución del español como lengua.