Español editar

tamizar
seseante (AFI) [t̪a.miˈsaɾ]
no seseante (AFI) [t̪a.miˈθaɾ]
silabación ta-mi-zar
acentuación aguda
longitud silábica trisílaba
rima

Etimología 1 editar

De tamiz y el sufijo -ar.

Verbo transitivo editar

1
Pasar algo por un tamiz o cedazo.
  • Ejemplo:

Harkort la obtiene en diversos estados de mínima division á fuerza de tamizarla y de lavarla.C. F. Plattner. Arte de ensayar con el soplete (1835). Editorial: Rivadeneyra. Trad. Ignacio Fernández de Henestrosa. Madrid, 1853.

  • Ejemplo:

La primera de estas operaciones consiste en tamizar la almendra del cacao, valiéndose de una criba, para eliminar las piedrecillas y demás cuerpos extraños que con aquélla suelen ir mezclados.Ángel Cabrera. Industrias de la alimentación. Página 50. 1937. OCLC: 431321411.

2
Por extensión, separar de entre un conjunto los elementos valiosos de acuerdo a algún criterio.
  • Ejemplo:

Y aun más; no sólo han influido en la ciencia práctica, si es que al importarse en la patología los descubrimientos de la fisiología, pasan tamizados por el criterio médico que criticamos.Ecequiel Martín de Pedro. Manual de Patología y clínica médicas. Editorial: Hospicio. Madrid, 1876.

3
Amortiguar un fenómeno o sensación pasándolo por un filtro.
  • Ejemplo:

La melodía, tamizada por la distancia, se desliza opaca, dulce, acariciadora.José Martínez Ruiz. La Voluntad. Página 74. 1919. OCLC: 562781165.

  • Ejemplo:

Las bocas de calefacción humeaban su invisible hálito tamizado por las rejillas.Vicente Blasco Ibáñez. Woman Triumphant (La Maja Desnuda). Página 169. Editorial: Good Press. 19 dic 2019.

  • Ejemplo: La neblina, esfumando los ángulos, tamizando los ruidos.
4
En particular, temperar la luz mediante una cortina o pantalla.
  • Ejemplo:

A la luz del sol, que tamizaban los elemento carmesíes, Julián vio las pupilas dilatadas de la señorita, sus entreabiertos labios, sus enarcadas cejas, la expresión de mortal terror pintada en su rostro.Emilia Pardo Bazán. Los pazos de Ulloa. Página 373. 1966.

  • Ejemplo:

Sobre el velador, que cubierto de un soberbio tapete ocupaba el centro del cuarto, ardía una gran lámpara, cuya bomba esmerilada tamizaba la luz dejando casi en sombra los rincones.Jacinto Octavio Picón. La Honrada. Editorial: Good Press. 18 dic 2023.

Conjugación editar

Traducciones editar

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Referencias y notas editar