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EL PRONOMBRE es una palabra, o parte de la oración que se pone en lugar del nombre, como: yo en lugar de Pedro: tú en lugar de Antonio.

Esta es la común definición del pronombre, como la misma voz lo declara, aunque algunos gramáticos pretenden al contrario, que el nombre se pone en lugar del pronombre; y fundan esta opinión en que las cosas son mas antiguas que sus nombres, y antes que le tuviesen se denotaban por lo que hoy llamamos pronombres, como: esto, aquello: Dicen que esta palabra yo no puede referirse a otra persona que a la que habla, como se puede diciendo Juan, o Francisco, y que si las palabras que se ponen en lugar de nombres, fuesen pronombres, lo deberían ser el Rey, el Duque, el Maestro, y lo serian también el Orador, y el Poeta, que se ponen en lugar de Cicerón, y Virgilio.

Sin embargo de estas razones, se halla casi generalmente establecida la opinión contraria; y no mudando el nombre al pronombre no se podrá mudar su definición: ni se adelantaria mucho en mudarla, porque esta, y otras cuestiones semejantes no son esenciales para saber mejor la Gramática.

Los pronombres se dividen en personales, demostrativos, posesivos, y relativos.


De los pronombres personales

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PRONOMBRES PERSONALES son los que se ponen en lugar de nombre que significa persona, o cosa que hace su oficio, como: yo, tú, él. Yo sirve para la primera persona, que es quien habla: tú para la segunda, que es a quien se habla: él para la tercera, que es de quien se habla.

Los pronombres personales admiten más variedad en la terminación que los nombres; pues (como ya se dijo en su lugar) los nombres no la varían sino de singular a plural, pero estos pronombres la varían también dentro del singular: de esta suerte.

En la primera persona yo, mí, me, conmigo, y así se dice: yo hablo: de mí se quejan: a mí me llaman: ven conmigo.

En la segunda: vos, tú, ti, te, contigo, y así se dice: tú tienes la culpa: de ti murmuran: a ti te escuchan/a vos te escuchan: contigo hablan/hablan con vos.

Los pronombres de estas dos personas primera, y segunda son comunes a varones, y hembras.

La tercera persona tiene dos significaciones, una directa, y otra recíproca. En la significación directa tiene estas variaciones: él, y le para el masculino: ella, le, y la para el femenino: ello, y lo para el neutro; y así decimos: él es: hablémosle: a ella le está bien, díganle lo que quieran: ello parece fácil, pero no lo es.

Las terminaciones el, la, lo, los parecen equívocas con los artículos; pero se distinguen fácilmente, porque cuando son artículos se ponen siempre antes de nombres, como: el hombre, la mujer los hombres, lo bueno, lo fácil; pero cuando son pronombres, se ponen siempre antes, o después de verbos, como: él habló, o habló él: la dijeron, o dijéronla: los castigaron, o castigáronlos: no había que comer, y lo buscaron, o buscáronlo.

La misma tercera persona en su significación recíproca tiene las variaciones si, se, consigo, comunes a los tres géneros masculino, femenino, y neutro, y a los dos números singular, y plural de la significación directa, y así decimos: él piensa bien de sí, se estima a sí mismo: trae consigo lo que necesita: ella se viste por sí: ellos hacen para sí: ello lo da de sí: ello se está dicho: ello lo trae consigo.

El plural de la primera persona es nos, y nosotros para el masculino; y nos, y nosotras para el femenino; y el de la segunda vos, y vosotros para el masculino, y vos, y vosotras para el femenino.

El primero no admite variedad de terminación: el segundo pierde algunas veces la primera letra, diciendo os en lugar de vos, como: yo os lo mando.

El de la tercera persona en significación directa es ellos, les, y los para el masculino; y ellas, les, y las para el femenino, como: a ellos les dijeron, que los castigarían: a ellas les pareció que las miraban.

La terminación les se usa bien cuando no termina en este pronombre la acción del verbo, y cuando termina en él se usa bien de la terminación los: v.g. en estos ejemplos: hiciéronles mucho perjuicio: dijéronles palabras afrentosas: contáronles cosas inciertas: en el primer ejemplo termina la acción del verbo hacer, en el nombre perjuicio: en el segundo termina la acción del verbo decir, en el nombre palabras: en el tercero termina la acción del verbo contar, en el nombre cosas. Y si se dice: acusáronlos del robo: pusiéronlos en la cárcel: visitáronlos en su casa: en estos ejemplos termina la acción de los verbos acusar, poner, visitar, en el pronombre los.

El pronombre neutro ello no tiene plural, y cuando se junta con la preposición de suele esta perder la e diciendo dello: y lo mismo sucede cuando se junta aquella preposición con ellos, ella, ellas; pero no la pierde cuando se junta con este pronombre él, pues entonces se acostumbra pronunciar todas las letras de él para no confundir la contracción que se hiciese de preposición, y pronombre con la que se hace de preposición, y artículo, cuando se dice: del Rey.

Los plurales nos, y vos (cuando no se juntan en composición con el adjetivo otros, y otras) sirven para varones, y hembras; y sin embargo de ser plurales por su naturaleza, suelen por el uso juntarse con algunos nombres de singular, particularmente en provisiones reales, y despachos de curias eclesiásticas: v. g. cuando el Rey dice: Por cuanto por parte de vos (Fulano) nos há sido hecha relación. Y un Prelado: Nos D. N.... Obispo de... A nuestros venerables hermanos Dean, y Cabildo... hacemos saber.

Aunque ya queda dicho de estos pronombres todo lo que parece necesario, es tan vario, y tan fácil de equivocar el uso, y oficio de ellos en las terminaciones me, te, se, que no sobrará alguna mayor explicación.

Lo primero, sirven estos pronombres para denotar cuando se nos da, o dirige alguna cosa, o se nos sigue algún daño, o provecho, como: me pagaron el dinero: te escribieron la carta: el niño se dio un golpe.

Lo segundo, para denotar que se termina en nosotros mismos la acción de los verbos activos, como: yo me amo: tú te alabas: él se atormenta.

Lo tercero, para significar los efectos que hacen en nosotros algunas causas externas, como cuando decimos: me espanto: me atemorizo. Porque aunque estos verbos sean activos no se entiende que nosotros mismos nos causamos espanto, ni temor, sino que los recibimos de otra causa.

Lo cuarto, sirven para juntarse con los verbos neutros cuando se usan como recíprocos, como: me salgo: te duermes: se muere: y con los mismos recíprocos, como: me amaño, te arrepientes, se amanceba.

Finalmente, esta palabra se, sirve tambien para denotar la pasiva de los verbos, como: se hace la paz: se escriben las cartas.

De los pronombres demostrativos

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PRONOMBRES DEMOSTRATIVOS son aquellos con los cuales demostramos, y señalamos alguna persona, o cosa. Su género, número, y terminación se observan en los ejemplos siguientes.

MASCULINOS.

SINGULARPLURAL
esteestos
eseesos
aquelaquellos

FEMENINOS.

SINGULARPLURAL
estaestas
esaesas
aquellaaquellas

NEUTROS.

SINGULARPLURAL
esto---
eso---
aquello---

Este, sirve para mostrar, o señalar al que está cerca del que habla. Ese, al que está cerca de aquel a quien se habla. Aquel, al que está algo apartado de ambos: v. g. Este es mi padre: ese es mi hermano: aquel es mi amigo.

Cuando estos pronombres no se refieren a personas, sino a otros vivientes, o a cosas materiales, no sólo significan la misma cercanía, o distancia, sino también lo que se tiene asido, o en la mano, como: este papel: esa carta: aquel libro. Y cuando señalan cosas incorpóreas, como: este pensamiento: esa opinion: aquella sentencia, significan también en cierto modo cercanía, o distancia respecto de las personas a quienes se atribuyen aquellas cosas, o de la anterioridad, o inmediación con que se hacen, o dicen.

Los dos primeros pronombres este, y ese, forman composición con el adjetivo otro, perdiendo los pronombres en el singular masculino, la última letra; y en el femenino, la última en el singular, y las dos últimas en el plural: de esta suerte.

MASCULINO SINGULAR. PLURAL. estotro. estotros. esotro. esotros. FEMENINO SINGULAR. PLURAL. estotra. estotras. esotra. esotras.

El pronombre aquel recibe también después de sí el mismo adjetivo, pero sin formar composición, como: aquel otro: aquella otra.

Los pronombres neutros esto, eso, aquello, no tienen plural, y sirven para significar cosas, o acciones indeterminadas, que no son de género masculino, ni femenino, como: esto que digo es cierto: eso no lo es: aquello está bien dicho.

De los pronombres posesivos

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PRONOMBRES POSESIVOS son los que denotan posesión, o pertenencia de alguna cosa, como: mío, tuyo, suyo. Algunos gramáticos los llaman, no sin razon, adjetivos pronominales, porque tienen la forma y significacion de adjetivos. Pónense enteros después de los sustantivos, como: padre mío: patria tuya: fortuna suya: pero cuando se anteponen a los sustantivos pierden la última letra o sílaba, y así se dice: mi padre, tu patria, su fortuna. Las terminaciones de estos pronombres son las siguientes.

Pospuestos a los sustantivos. MASCULINOS. FEMENINOS. Singular. Plural. Singular. Plural. mío. míos. mía. mías. tuyo. tuyos. tuya. tuyas. suyo. suyos. suya. suyas. Antepuestos a los sustantivos. SINGULAR. PLURAL. común a los dos géneros. común a los dos géneros. mi. mis. tu. tus. su. sus.

Nuestro, y vuestro no se diferencian de los adjetivos que tienen dos terminaciones, pues se dice: nuestro, nuestra, nuestros, nuestras. Estos dos pronombres nuestro, y vuestro que denotan pluralidad de personas no deberían referirse a una sola; pero el uso lo permite en algunos casos, pues el Rey dice en sus provisiones: Don Carlos etc. A todos los Corregidores de estos nuestros reinos; y un Obispo,: A nuestros venerables hermanos... hacemos saber.

De los pronombres relativos

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PRONOMBRE RELATIVO es el que hace relación a persona, o cosa que ya se ha dicho; y esta persona, o cosa ya dicha, se llama antecedente. Son pronombres relativos, que, cual, quien, cuyo. Los tres primeros son comunes a todos los géneros, pues se dice: el año que viene: la semana que entra: lo que haces; el cual, la cual, lo cual: hombre es quien viene: mujer es quien sale. Cuyo tiene terminacion masculina y femenina para concertar con la cosa de que se habla; pero no con la persona a que se refiere, y así se dice: aquel, o aquella cuyo sea el dinero, le cobre: aquel, o aquella cuya sea la hacienda, la cuide; donde se vé que aunque cuyo, y cuya conciertan con dinero, y hacienda, son relativos de una persona, sea hombre, o mujer, a quien pertenezca el dinero, o hacienda y es lo mismo decir cuyo, o cuya, que si se dijese: la persona de quien, o de la cual sea el dinero.

El relativo que, no tiene plural, pues sólo se denota con el artículo que se le junta, como: el que, los que. Cual, quien, y cuyo tienen plural, pues se dice: vinieron unos hombres, los cuales eran de quienes se hablaba, cuyos nombres no se saben.

A estas cuatro clases se reducen todos los pronombres, pues los que algunos llaman interrogativos, los forma solamente el tono, y se reducen a los relativos, como quien es? que quieres? Si estos se reputasen como pronombres interrogativos, seria necesario hacer otra clase de pronombres admirativos, pues se dice: que gordo que estás! que bueno que vienes! Los pronombres que otros llaman indefinidos, se reducen también a los relativos; pues sólo tienen la adicion material de la palabra quiera, tercera persona singular del presente de subjuntivo del verbo querer, que se pone en su natural significación, y así se dice: cualquiera, ó quienquiera. Si esta terminación pudiese formar distinta clase, deberían llamarse adverbios indefinidos: dondequiera, siquiera, y comoquiera.

Esta palabra alguien puede llamarse pronombre indefinido, porque no se refiere a persona ni cosa determinada: no tiene género ni número: conviene igualmente a hombres que a mujeres, pues se dice: hay alguien? viene alguien? y vale lo mismo que: alguna o algunas personas.

Nadie, alguno, y ninguno, también se suelen usar como pronombres indefinidos, y así decimos: nadie viene: alguno dirá lo contrario: ninguno corre tras ti.