al poco trecho las dos mujeres se cansaron de llevarle, y el ladrón sacrílego, que era forzudo y resistente, le cogió en brazos como un niño, diciendo que no sólo le llevaría hasta Madrid, sino hasta el fin del mundo si necesario fuese
Ejemplo: Belzoni se había ganado la vida en Inglaterra como forzudo de circo (medía más de dos metros y había diseñado un artilugio para sostener a doce personas a la vez[2]