Los orígenes de la fábula del cocodrilo que llora por las personas que devora se extienden hasta el 400 d. C. De una transformación semántica de dicha fábula (que el cocodrilo llora para atraer a sus víctimas) surge este proverbio (registrado hacia el año 1500 en el Adagia ("proverbios") de Erasmo de Roterdam, ver ejemplo más abajo).1
Locución sustantiva femenina
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- 1
- Lágrimas de cocodrilo.
- Ámbito: latín renacentista
- Ejemplo: [...] crocodili lacrymae. De iis, qui sese simulant graviter angi incommodo cuiuspiam, cui perniciem attulerint ipsi, cuiusve magnum aliquod malum moliantur.Erasmo de Roterdam (1500). «2.4.60», Adagia.
Referencias y notas
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- ↑ "Krokodilsträne". En: DWDS (Digitales Wörterbuch der deutschen Sprache). Berlin: Berlin-Brandenburgische Akademie der Wissenschaften