Volvió, pues, a cerrar los ojos, y, sumergido en el delicioso duermevela que sucede a un profundo letargo, soñó que la tierra tremía dulcemente, o, por mejor decir, se mecía lánguida en el espacio, y que su mágica ondulación le producía un delicioso mareo.Pedro Antonio de Alarcón. El final de Norma. 1855.
Ejemplo:
Bajo el algarrobo familiar, los caballos de la partida poniendo anca á la lluvia boceaban en mustio duermevela.Lugones Leopoldo. La guerra gaucha. 1905.
↑Desde 1999 se recomienda considerar siempre diptongo, a efectos de acentuación gráfica, la combinación entre vocales cerradas “átonas” (/iu/, /ui/), o entre vocales cerradas con vocales abiertas ambas “átonas” (/ua/, /ei/, /io/, etc.). Esta recomendación se transforma en prescripción a partir de la reforma ortográfica de 2010, por lo que muchas palabras que se podían escribir con hiato deberán escribirse en diptongo. No obstante, esto no implica una proscripción en la pronunciación. Más información.
↑ 2,02,1«duermevela» en Diccionario de la lengua española. Editorial: Calpe. 15.ª ed, Madrid, 1925.