Del latín vulgar vulgar *betūlus, de abedul, derivado de betulla, abedul, préstamo diminutivo del galo betua, cognada del galés bedw, del bretón bezv y del irlandés beith. Compárese el gallego biduo y el catalán bedoll. El étimo galo es un derivado del *bitu que significaban ‘pez, brea’ pues los Celtas extraían del abedul un tipo de esta sustancia (véase la etimología de betún). La a- inicial quizá es un influjo de abeto.
(Betula spp.) Cualquiera de unas 30 especies de árboles betuláceos de las montañas altas que pueden llegar a tener hasta 30 m de altura. Se caracterizan por tener una corteza de color blanco plateado y ramas colgantes, que forman una copa irregular y de escasa sombra. Abundan en los montes de Europa, y su corteza, que contiene un aceite esencial, se usa para curtir y aromatizar la piel de Rusia.