Los papalotes, o cualquiera de sus variantes: chiringas, coroneles, u otros, no cabe duda constituyen pasatiempos placenteros no sólo para chicos y jóvenes, sino también para adultos, y en torno a ellos se cuentan historias de todo tipo.
Primer uso: En el CORDE: Cuba 1840. El Cucalambé: Poesías completas