Algunos bailes se dan en múltiples localidades mientras que otros pueden circunscribirse a un solo pueblo como ocurre en Montehermoso y sus alrededores en la apartada provincia de Cáceres: allí se bailan el son brincao, el pindongo, el quita y pon, el son llano, la pata, el malandrín y la charramangá.Tony Évora. Orígenes de la música cubana. Los amores de las cuerdas y el tambor. Editorial: Alianza. Madrid, 1997.
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Acción y efecto de un ir de un sitio a otro sin necesidad ni provecho.
Le tuve yo en mi oficina con cinco mil hace catorce años -dijo el padre de familia, esgrimiendo su puño cerrado y revelando toda la aflicción del mundo en su cara alguacilesca. Era tan asno, que le ocupábamos en traer leña para la estufa. Ni para eso servía. ¡Cáscaras, qué hombre más animal! Yo cobraba entonces doce mil, lo mismo que ahora. Vean ustedes si esto es justicia o qué. ¿Tengo o no tengo razón cuando digo que vale más recoger boñiga en las calles que servir al gran pindongo del Estado? Convengamos en que se acabó la vergüenza.Benito Pérez Galdós. Miau. España, 1888.