Nunca nos llaman al locutorio, que no nos pasemos revistas y demos tres manos en el espejo, para que el velo caiga así, vuele asá, juegue de esta manera, descanse de la otra; y que la toca, y la correa y la cadena y el escapulario digan algo al que nos mira, como si por mucho que nos atildemos podemos dejar de ser mujeres visiones y bellezas de carnerario, * ni más ni menos que los frailes dejar de heder a sobaquina.Braulio Foz. Vida de Pedro Saputo. 1927.
Ejemplo:
Su raíz es negra y gruesa, la cual, aplicada en forma de emplastro, corrige la sobaquina y la hidiondez de las otras partes del cuerpo.Pío Font Quer. Plantas medicinales. Página 844. 1973.