Del latín medieval vermiculus ("cochinilla del carmín"), y este del diminutivo de vermis, "gusano", en última instancia del protoindoeuropeo *wr̥mis. Compárese bermellón, adoptado a través del francés, o el catalán vermell, el inglés vermilion, el neerlandés vermiljoen, el portugués vermelho o el sueco vermilion. El español carmesí es un cognado muy remoto que siguió un proceso análogo de evolución semántica del animal al pigmento, a través del árabe قِرْمِز (qirmiz)