del hispano-céltico *bruxtia (atestiguado en la forma de brixtía, plomo de Larzac), con el significado de ‘encanto, hechizo’, variante de brictom (inscripción de Chamalières), cognada con el irlandés antiguo bricht, encanto, y el bretonés antiguo brith, magia.[1] Compárese el portugués bruxa, el catalán bruixa y el occitano bruèissa.
(Nycticorax nycticorax) Ave pelecaniforme de la familia Ardeidae ampliamente distribuida por Eurasia, África y América. De tamaño medio (entre 60 y 65 cm), ojos de color rojo intenso, garganta, pecho y partes inferiores de un blanco puro; la parte superior de la cabeza y el dorso son de un gris oscuro; de la nuca le salen tres largas plumas blancas; las patas y pies son de color amarillo pálido (algo más intenso en época de cría), y el pico, fuerte aunque no excesivamente largo, es verdoso en la base y negro en la parte superior. Es notable la escasa longitud de su cuello, si lo comparamos con el de otras garzas como la garza real o la garceta común.