Del catalán cresol, y este del latín vulgar *crosiolum, probablemente de una raíz ibérica *krosos, "hueco".
Después de todo, aquello era Toledo. Crisol de cultos subterráneos, de misterios iniciáticos, de falsos conversos. Y de herejes.Arturo Pérez-Reverte. club Dumas. Página 82. Editorial: Punto de Lectura. 2008.ª ed, 1993. ISBN: 9788466320702.