-¿Pues de qué tratas en tu obra? -insté yo, no sin alguna impaciencia-; algo de esto ha de ser. ¿Qué otro asunto puede haber digno de la aplicación y estudio? -No te canses, respondió. Mi obra no era más que un diccionario castellano en que se distinguiese el sentido primitivo de cada voz y el abusivo que le han dado los hombres en el trato. O inventar un idioma nuevo, o volver a fundir el viejo, porque ya no sirve. Aún conservo en la memoria la advertencia preliminar que enseña el verdadero uso de mi diccionario; y decía así, sobre palabra más o menos: […] Cadalso, José (1796). «Carta VIII», Cartas marruecas. Consultado el 4 de julio de 2022.