Indumentaria propia de los hombres, que en el siglo XVII sustituyó en España a la lechuguilla y a la valona. Consistía en una tela fina almidonada dispuesta en forma horizontal alrededor del cuello.
Ejemplo:
Otros hay que en España visten a lo francés y en Francia a lo español, y no falta quien en la campaña sale con golilla y en la Corte con valona, haciendo de esta suerte celebrados matachines, como si necesitase de sainetes la fisga.Baltasar Gracián. El Discreto.
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Los ministros y letrados que usaban este adorno eran llamados metonímicamente golillas.[1]