Morisco soy, señores, y ojalá que negarlo pudiera, pero no por esto dejo de ser cristiano; que las divinas gracias las da Dios a quien Él es servido, el cual tiene por costumbre, como vosotros mejor sabéis, de hacer salir su sol sobre los buenos y los malos, y llover sobre los justos y los injustos.Miguel de Cervantes y Saavedra. Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Capítulo Tercer Libro. 1617.