A tales materiales se unirían, durante el siglo XVIII, el descubrimiento de otros restos escultóricos, entre los que destacó un posible trapezóforo decorado con un Atlas sosteniendo el mundo, que apareció en 1762 'abriendo los cimientos de la iglesia parroquial', y que llevaba grabado sobre la base de la figura una inscripción en honor al emperador Claudio por la viuda Terpulia según la indicación testamentaria de su marido Albanus.José Beltrán Fortes. «Las Cabezas de San Juan (Sevilla): De Vgia a Conobaria» en Habis. 1999.