"Dos carracas, cada una dellas de porto de quinientos toneles arriba, e si dos no se pudieren aver, sea una de seiscientos toneles o más, e dos naos de cada dozientos e cinquenta toneles, e dos balleneres de cada setenta o ochenta toneles; e seis caravelas latinas, lo qual basta para el invierno; e venido el verano, conviene añadir quatro galeotas." de Valera, Diego (1959 [1468]) Tratado de las epístolas enviadas por mosén Diego de Valera. Madrid: Atlas, p. 22
"Aseguró los pies en los estribos, horrorizándose ante el peligro de volverse piedra, piedra con facciones humanas, pero piedra, piedra aparente, porque dentro estaría él, en la más fría soledad mineral, paralizado, constreñido, rígido, frente a naos de todo calado, veleros, bergantines, caravelas, galeones, que pasarían navegando de un Océano a otro." Asturias, Miguel Ángel (1969) Maladrón (epopeya de los Andes verdes). Buenos Aires: Losada, p. 92
"Con la minería se desarrolló la arriería, la construcción de caravelas y de puertos." López de Azcona, Juan Manuel (1990) La Minería Hispana. Datos históricos. Madrid: RACEFN, ¶1
De cáravo y el sufijo -ela, y lo anterior del latín tardío carabum (carabus), del griego antiguo κάραβος (kārabos), de origen incierto. Quizá macedonio.
Del galaicoportugués caravela, y este de cáravo y -ela, lo anterior del latín tardío carabum (carabus), del griego antiguo κάραβος (kārabos), de origen incierto. Quizá macedonio.
↑Harper, Douglas (2001–2020). «scarab». En: Online Etymology Dictionary.
↑ 3,03,13,23,33,4Labernia, Pedro (1866-1867). Novísimo diccionario de la lengua castellana con la correspondencia catalana, el mas completo de cuantos han salido á luz. Comprende todos los términos, frases, locuciones y refranes usados en España y Américas Españolas en el lenguaje comun, antiguo y moderno y las voces propias de ciencias, artes y oficios. Madrid: Espasa, p. 551. (Tomo I, A–E; Tomo II, F–Z)