Propio de, relativo o perteneciente a la rama nórdica1 de la familia germánica, distintiva a partir del siglo II, y cuyos exponentes vivos son el danés, el feroés, el islandés, el noruego y el sueco, además de otros idiomas de ámbito más reducido como el gútnico y el elfdaliano.
La aparición de los nórdicos como elemento de abrigo para las camas ha supuesto un auténtico 'boom' en los últimos años, dada su doble funcionalidad de edredón y de manta o sábana para cubrir la cama.«Dormir entre plumas». Consumer Eroski. 01 nov 2004.