En lo de las armas blancas, pensaba limpiarlas de manera, en teniendo lugar, que lo fuesen más que un armiño; y con esto se quietó y prosiguió su camino, sin llevar otro que aquel que su caballo quería, creyendo que en aquello consistía la fuerza de las aventuras.Miguel de Cervantes Saavedra. El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Parte 1, capítulo II. 1605.
4 Heráldica
Forro que muestra en campo de plata una representación estilizada de la cola del armiño1 en sable.